A Bus Ride, a Camera, and Unexpected Encounters in Treviso/Un viaje en micro, una cámara y encuentros inesperados en Treviso
- Chan Park
- 2 days ago
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Tango Zen Journal — December 12, 2025
“A Bus Ride, a Camera, and Unexpected Encounters in Treviso"
"Un viaje en micro, una cámara y encuentros inesperados en Treviso" Leer en Español
It all began with a bus ride and a camera.
I had just acquired a new, state-of-the-art camera — hoping it would capture the next chapter of my tango journey in crisp, cinematic detail. But as soon as I started using it, I felt a quiet disappointment. The performance wasn’t what I hoped for. I’ve since decided to return it and invest in something more reliable. But still, I brought it with me to Treviso, Italy, to begin filming a new interview — the first step in my next documentary project.
My destination: an Encuentro organized by Elisa D'Angela and Mariella Lazzaro. I had attended one of their events nearly eight years ago, in another part of Italy. This time, I didn’t know anyone. I arrived mostly out of curiosity — and because I wanted to meet Francesca Bevegni.
Francesca had planned an Encuentro in April 2026, and I had registered with great excitement. But just three days after opening registration, she cancelled the event. I was surprised — it had been a successful Encuentro in the past. So I wanted to understand what happened. Her explanation revealed a shifting landscape in tango events across Europe. We spoke in depth, and through our conversation, I came to know not just her reasons but her spirit. “I may not be able to give you an interesting story,” she said, “but at least you’ll make a good friend.” She was right. We made a real connection, and we plan to continue the conversation.
The weekend was full of unexpected encounters.
I met Valentina Nedda de Cesaro, a dear friend I hadn’t seen in over 20 years, since my very first workshop in southern France. She lives in Treviso. And then Anna Maria Guerra appeared — someone I used to dance with during my Buenos Aires days. We reconnected instantly, like no time had passed.
One of the true highlights was the music. DJ Luis Cono — a new friend with a gift for crafting near-perfect tandas and playful cortinas — made the weekend sing. I joked with him that I needed at least two tandas of D’Arienzo and two of Canaro. He smiled, agreed, and each time he played one, he announced: “This one’s for Chan.” It made my day.
The dancing? To my surprise, it was one of the most fulfilling experiences I’ve had outside of Buenos Aires. I rarely find this kind of connection at local events. But here, when the right group of star enthusiasts comes together, something special emerges.
There was also a documentary screening — "Intertango" by Hanne Weyh — exploring the intercultural dimensions of tango. It was a thoughtful, well-received piece, and we connected as fellow filmmakers with shared interests.
What started as a long bus ride and a test run for a disappointing camera became a weekend filled with warmth, reconnection, and discovery. I hope to return, to share my film, and to continue interviewing the organizers and dancers who breathe life into these Encuentros.
That’s the journey in Europe.
I’ll continue.
Stay tuned.
Abrazo milonguero,
Chan
P.S.
This is the beginning of a new film project, Tango Your Life in Europe, focusing on encuentros and the stories that keep traditional tango alive. If you’re an organizer and would like your event featured, feel free to contact me — I’d love to explore a way to collaborate and share your story with the wider tango community.
"Un viaje en micro, una cámara y encuentros inesperados en Treviso"
Todo comenzó con un viaje en micro… y una cámara.
Había comprado una cámara nueva, de última generación, con la ilusión de capturar en alta calidad el próximo capítulo de mi camino con el tango. Pero al poco de usarla, sentí una decepción silenciosa. No rendía como esperaba. Ya decidí devolverla y buscar otra más confiable. Aun así, la llevé conmigo a Treviso, Italia, para filmar la primera entrevista de un nuevo proyecto documental.
Mi destino: un Encuentro organizado por Elisa D'Angela y Mariella Lazzaro. Había participado en uno de sus eventos hace casi ocho años, en otra ciudad de Italia. Esta vez no conocía a nadie. Viajé más que nada por curiosidad… y para encontrarme con Francesca Bevegni.
Francesca tenía planeado un Encuentro en abril 2026, y me había inscrito con mucho entusiasmo. Pero apenas tres días después de abrir la inscripción, lo canceló. Me sorprendió —ese evento había sido exitoso en el pasado. Quería entender qué había pasado. Su explicación reveló un cambio profundo en el panorama de los Encuentros en Europa. Conversamos en profundidad, y a través de sus palabras descubrí no solo las razones, sino también su espíritu. “Tal vez no te dé una historia interesante,” me dijo, “pero por lo menos vas a ganar una buena amiga.” Tenía razón. Nos hicimos amigos, y seguiremos la charla.
Ese fin de semana estuvo lleno de encuentros inesperados.
Volví a ver a Valentina Nedda de Cesaro, una amiga querida que no veía desde hacía más de 20 años, desde mi primer taller en el sur de Francia. Vive en Treviso. Y también apareció Anna Maria Guerra —una tanguera con quien solía bailar en Buenos Aires. Nos reencontramos como si el tiempo no hubiera pasado.
Uno de los momentos más memorables fue la música. El DJ Luis Cono —nuevo amigo y gran artesano de tandas casi perfectas y cortinas juguetonas— hizo vibrar la milonga. Le dije en broma que necesitaba mínimo dos tandas de D’Arienzo y dos de Canaro. Él sonrió y aceptó, y cada vez que ponía una, anunciaba: “Esta es para Chan.” Me alegró el corazón.
¿Y el baile? Para mi sorpresa, fue una de las experiencias más gratificantes que he tenido fuera de Buenos Aires. Difícilmente encuentro esa conexión en eventos locales. Pero aquí, cuando se juntan las personas adecuadas —auténticos apasionados del tango— ocurre algo especial.
También hubo una proyección documental: "Intertango", de Hanne Weyh, que explora los aspectos interculturales del tango. Fue una pieza profunda, bien recibida, y conectamos como colegas cineastas con intereses compartidos.
Lo que comenzó como un viaje largo en micro y una cámara fallida terminó siendo un fin de semana lleno de calidez, reencuentros y descubrimientos. Espero volver, compartir mi película y seguir entrevistando a los organizadores y bailarines que le dan vida a estos Encuentros.
Así está el camino en Europa.
Sigo adelante.
Seguime.
Abrazo milonguero,
Chan
P.D.
Este es el comienzo de un nuevo proyecto, Tango Your Life in Europe, centrado en los encuentros y las historias que mantienen vivo el tango tradicional. Si sos organizador/a y te gustaría que tu evento aparezca en la película, escribime — me encantaría ver cómo podemos colaborar y compartir tu historia con la comunidad tanguera.










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