An invitation to a dance beyond distance / Una invitación a un baile más allá de la distancia

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Tango Zen Journal – October 10, 2025

An invitation to a dance beyond distance

One dance. One embrace. One presence — shared with you.

 

Hello friends,

In a few days, I will return to Buenos Aires. And on October 15, something special will take place.

At the invitation of Marta, who kindly told me, “This is your home, the stage is yours,” Zulma and I will dance one song together at her milonga El Rodriguez. It is not about performing or impressing. It is simply our way of sharing what tango means to us. In other words, we would dance as if in a milonga—fully present with each other, disappearing into the embrace and the music, sharing something: the energy that moves between us when we are truly connected.

For weeks, although we are oceans apart, Zulma and I have been preparing. Not by rehearsal, but through energetic connection. We have exchanged music, shared emotions, and tuned our intentions across distance. In this process, we created a kind of symbiosis—where music calls us into presence and intimacy, and intention connects us beyond space and time.

What matters is not how we move, but how we connect. Music is not just sound—it is energy. And when we open to it fully, it carries us beyond the usual limits of physics, beyond time and distance.

When we dance, we often disappear into that field of energy. We are no longer two people moving; we are one presence, carried by music. Sometimes, at the end of a song in the middle of a tanda, we are surprised by applause, realizing that others have felt something too. For us, it is never about showing—it is about being.

This is the tradition I once received from the old milongueros, whose presence inspired me without words. It is fading now, and yet, I feel called to keep it alive in the only way I know: by dancing honestly, with heart, and letting that energy radiate.

On October 15th, Zulma and I will share one dance. A simple act, yet one filled with meaning. For us, it is a way to say: we are here, ready to carry forward the tradition of tango as inspiration. For you, it is an invitation: enter our world, if you wish.

And if you cannot be there in person, we will share this dance during the premiere screening of the film, “Tango Zen: Returning to Tradicion,” on October 22nd and during the online screening on November 12th.

It is not about watching. It is about entering the same presence we inhabit when we dance—timeless, wordless, beyond ourselves.

That is the invitation.

Abrazo milonguero,

Chan

The video clip below shows a dance with Zulma, recorded by Alina in December 2023 at the Milonga in Hotel Abasto. I often return to this recording to reconnect—to feel again the energy of that moment with Zulma. It reminds me of the connection we shared, one that moves beyond time and space.

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Tango Zen Journal – 10 de octubre de 2025

Una invitación a un baile más allá de la distancia

 

Un baile. Un abrazo. Una presencia — compartida con vos.

Queridos amigos,

En pocos días volveré a Buenos Aires. Y el 15 de octubre ocurrirá algo especial.

A la invitación de Marta, que con generosidad me dijo: “Esta es tu casa, el escenario es tuyo”, Zulma y yo vamos a bailar un solo tema en su milonga El Rodríguez. No se trata de actuar ni de impresionar. Es simplemente nuestra manera de compartir lo que el tango significa para nosotros. En otras palabras, vamos a bailar como en una milonga: plenamente presentes el uno con el otro, desapareciendo en el abrazo y en la música, compartiendo algo —la energía que se mueve entre nosotros cuando estamos realmente conectados.

Durante semanas, aunque estamos a un océano de distancia, Zulma y yo nos hemos estado preparando. No con ensayos, sino a través de la conexión energética. Intercambiamos música, compartimos emociones y afinamos nuestras intenciones a la distancia. En este proceso creamos una especie de simbiosis: donde la música nos llama a la presencia y a la intimidad, y la intención nos conecta más allá del espacio y del tiempo.

Lo que importa no es cómo nos movemos, sino cómo nos conectamos. La música no es solo sonido: es energía. Y cuando nos abrimos a ella por completo, nos lleva más allá de los límites habituales de la física, más allá del tiempo y la distancia.

Cuando bailamos, solemos desaparecer en ese campo de energía. Ya no somos dos personas moviéndose; somos una sola presencia, llevada por la música. A veces, al terminar un tema en medio de una tanda, nos sorprenden los aplausos, y recién ahí nos damos cuenta de que otros también sintieron algo. Para nosotros, nunca se trata de mostrar, sino de ser.

Esta es la tradición que recibí de los viejos milongueros, cuya presencia me inspiró sin necesidad de palabras. Esa tradición se está apagando, y sin embargo, siento el llamado de mantenerla viva de la única manera que conozco: bailando con honestidad, con el corazón, y dejando que esa energía se irradie.

El 15 de octubre, Zulma y yo compartiremos un solo baile. Un acto sencillo, pero lleno de sentido. Para nosotros, es una forma de decir: estamos acá, listos para llevar adelante la tradición del tango como inspiración. Para vos, es una invitación: entrá en nuestro mundo, si lo deseás.

Y si no podés estar presente, compartiremos este baile durante el estreno del film "Tango Zen: Volviendo a la Tradición" el  22 de octubre y también en la proyección online del 12 de noviembre.

No se trata de mirar. Se trata de entrar en la misma presencia que habitamos cuando bailamos —intemporal, sin palabras, más allá de nosotros mismos.

Esa es la invitación.

Abrazo milonguero,

Chan

El video que aparece abajo muestra un baile con Zulma, grabado por Alina en diciembre de 2023 en la milonga del Hotel Abasto. Vuelvo a esta grabación con frecuencia para reconectarme, para sentir de nuevo la energía de ese momento con Zulma. Me recuerda a la conexión que compartimos, una conexión que trasciende el tiempo y el espacio.

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