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Tango Zen Journal, July 2, 2024
Family, Community, and Reconnection
As I sit on the train heading home, I reflect on a journey that has taken me from New York to Los Angeles, San Francisco, Frankfurt, and Holzkirchen. Over these past few weeks, I've had the pleasure of leading Tango Zen Workshops and reconnecting with friends and family—a truly enriching experience.
One of the highlights was catching up with Gene and Euni. Having first met them in Europe 5-6 years ago, it was wonderful to see them now settled in California, where they share their sunny experiences and the vibrant lifestyle. California holds a special place in my heart, as it was where I completed my bachelor’s degree.
We spent delightful days savoring the fantastic food and drinks California offers, sharing stories, camping, fishing, and even hitting an amusement park. What really warmed my heart was seeing how well Gene and Euni have integrated into their community. Walking through their neighborhood, I was warmly greeted by their friends, showcasing how pivotal they are in fostering a community centered on an active, nature-loving, healthy lifestyle, with plenty of outdoor activities.
It's fascinating to realize that all three of us cherish the value of community building. While theirs is rooted in the beautiful surroundings of California, my community stretches globally, from Buenos Aires to Europe and North America, and soon, I hope, Oceania. Seeing their local connections, I can't help but feel a bit envious—it’s wonderful to have such a supportive community close to home.
Reflecting on these experiences reinforces the beauty of community in all its forms—whether nearby or spread across continents.
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Familia, Comunidad y Reencuentro
Mientras estoy sentado en el tren de regreso a casa, reflexiono sobre un viaje que me ha llevado desde Nueva York hasta Los Ángeles, San Francisco, Frankfurt y Holzkirchen. Durante las últimas semanas, he tenido el placer de dirigir talleres de Tango Zen y reconectar con mi familia, especialmente con mis hijos, Gene y Euni, quienes nacieron y crecieron en el área de Washington DC.
La última vez que vi a Euni y Gene fue en Europa hace 5-6 años. Fue maravilloso verlos ahora asentados en California, donde comparten sus experiencias soleadas y un estilo de vida vibrante. California tiene un lugar especial en mi corazón, ya que fue donde completé mi licenciatura.
Pasamos días encantadores saboreando la fantástica comida y bebida que ofrece California, compartiendo historias, acampando, pescando e incluso visitando un parque de atracciones. Lo que realmente me conmovió fue ver cuán bien se han integrado Gene y Euni en su comunidad. Al caminar por su vecindario, fui recibido cálidamente por sus amigos, lo que muestra cuán esenciales son en fomentar una comunidad centrada en un estilo de vida activo, amante de la naturaleza y saludable, con muchas actividades al aire libre.
Es fascinante darse cuenta de que los tres valoramos la construcción de comunidad. Mientras que la suya está enraizada en los hermosos entornos de California, mi comunidad se extiende globalmente, desde Buenos Aires hasta Europa y Norteamérica, y pronto, espero, Oceanía. Ver sus conexiones locales me hace sentir un poco de envidia; es maravilloso tener una comunidad tan solidaria cerca de casa.
Reflexionar sobre estas experiencias refuerza la belleza de la comunidad en todas sus formas, ya sea cercana o extendida a través de continentes.
Chan
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